El Consejo Directivo de la Superintendencia de la Competencia de El Salvador (CDSC) emitió días atrás una resolución donde establece condiciones para la compra de la filial salvadoreña de Telefónica por parte de América Móvil. Las condiciones fijadas por el regulador salvadoreño incluyen tanto medidas previas al cierre de la transacción, como también obligaciones posteriores. En El Salvador, Telefónica opera bajo la marca “Movistar”.
Entre las medidas se encuentran que Claro (América Móvil) debe renunciar “de manera pura, simple e irrevocable ante la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones de El Salvador (SIGET) al derecho de explotación de 25 MHz de espectro radioeléctrico con cobertura nacional en la banda de 850 MHz, y de 30 MHz de espectro radioeléctrico con cobertura nacional en la banda de 1900 MHz, actualmente bajo titularidad de Telefónica Móviles El Salvador, S.A. de C.V. Para ello, deberá presentar un “Proyecto de renuncia de espectro radioeléctrico”, para su evaluación y aprobación por parte de SIGET y CDSC.
Además, y como parte de las condiciones posteriores a la transacción, Claro deberá mantener durante siete años, contados a partir del día siguiente de la fecha de realización de la operación, todas las estrategias de comercialización desarrolladas por Movistar y Claro. Esta acción, según detalló el CDSC, no limita la posibilidad de que Claro pueda mejorar precios, características y condiciones en favor de sus clientes. También deberá suspender, en todos los contratos vigentes a la fecha de adquisición de Telefónica, cualquier tipo de cláusula que penalice la terminación anticipada de dichos contratos; y deberá publicar información suficiente acerca de la operación que se realiza y, en particular, toda la información necesaria para que los clientes que deseen dar por terminados sus contratos, puedan hacerlo. Por último, si durante los próximos siete años llegara a ingresar al mercado un nuevo competidor, Claro estará obligada a prestar servicios de roaming nacional al nuevo player por tres años.
Según detalló el CDSC, en caso de que Claro cumpla las condiciones, podrá adquirir las operaciones de Telefónica en El Salvador. De lo contrario, la transacción será denegada. En 2019, América Móvil solicitó en tres ocasiones al regulador salvadoreño la aprobación de la adquisición, la cual había sido declarada “inadmisible”. Asimismo, además de sus operaciones en El Salvador, Telefónica también había acordado con América Móvil la adquisición de sus operaciones en Guatemala; mientras que sus subsidiarias en Panamá y Nicaragua fueron vendidas a Millicom (que opera en Latinoamérica bajo la marca ‘Tigo’); y la de Costa Rica a Liberty Latin America.